Álvaro José Arroyo González, conocido en el mundo de la salsa como Joe Arroyo, fue un cantante y compositor colombiano considerado como uno de los más grandes intérpretes de música caribeña de su país. Nació el 1 de noviembre de 1955 en Cartagena de Indias, Colombia.
Desde muy pequeño fue aficionado a la música comenzando a cantar en público a los 8 años, hasta convertirse en una de las voces del coro de la catedral y al mismo tiempo se ganaba la vida cantando en un local con tan sólo 12 años. En sus inicios cantó con agrupaciones como Los Caporales del Magdalena, Manuel Villanueva y su Orquesta y el Supercombo Los Diamantes en 1970. Para 1971 grabó con La Protesta.
Arroyo fue uno de los cinco colombianos que han aparecido en la portada de la revista “Rolling Stone”. Sus canciones fueron un éxito a nivel nacional e internacional, logrando ganar múltiples discos de oro a lo largo de su carrera, entre ellos 18 congos de oro y 4 super congos ganados en el festival de Orquestas del Carnaval de Barranquilla. Entre sus canciones más relevantes destacan “La rebelión”, “Tania”, “Mary”, “En Barranquilla me quedo”, “Centurión de la Noche”, “La rumbera” y “El trato”.
Grabó con las casas disqueras Discos Tropical (1970-1971), Discos Fuentes (1973-1990) y Discos Sony (1991-2002). Luego de una temporada de 11 años en Discos Sony, regresó a Discos Fuentes en 2003, donde grabó sus últimos trabajos musicales, “Se armó la moña en carnaval” en 2004, “Mosaico de trabalenguas” en 2006 y “El Super Joe” en el año 2007.
Desde principios de los años 80, Joe Arroyo sufrió de múltiples quebrantos de salud que le impedían realizar giras. El 7 de septiembre de 1983 fue dado por muerto tras sufrir una tiroides retrospectiva que lo mantuvo alejado de los escenarios, pero fue desmentido. En 2002, sufrió un coma diabético y una neumonía que lo tuvieron al borde de la muerte. La salud del cantante colombiano se vio afectada varias veces a lo largo de su carrera, pero finalmente fallece el 26 de julio de 2011 en la ciudad de Barranquilla, a causa de un paro respiratorio. Ese mismo año ganó el premio Grammy Latino como mejor cantante/compositor y la Alcaldía de Barranquilla inauguró una estatua del intérprete en el parque de los Músicos.
Después de su fallecimiento, Jacqueline Ramón y Mary Luz Alonso, dos de sus exesposas, decidieron construir dos museos en su honor. El museo de Jacqueline exhibiría varios artículos destacados durante su trayectoria musical y una estatua de cera diseñada por un escultor estadounidense. Por otro lado, el museo de Mary Luz también presentaría artículos, fotos y otra estatua del cantante.
El mismo día de la muerte de Joe, el cantante Checo Acosta compuso “Adiós Centurión” mientras hacía un viaje desde Medellín hasta Barranquilla. Otra canción con la que se le rindió homenaje fue “El Rey del Carnaval”, donde participaron grandes intérpretes de la música caribeña. El tema fue incluido en el álbum conmemorativo que realizó la Cervecería Águila.
Además de interpretar una gran variedad de ritmos latinos tradicionales como la salsa, el son, el montuno y la cumbia nativa, Joe experimentó y desarrolló, a partir de la fusión de ritmos colombianos y caribeños, un estilo propio que sería denominado con una derivación de su nombre: el Joesón. Fue pionero de la forma de fusión denominada son caribeño y muchos de sus excelentes discos son ejemplos paradigmáticos de la mejor salsa caribeña.