El sonero cubano Luis Bofill ya puede “dormir tranquilo”, pues su disco “Arsenio Essential”, un sueño que “parecía no tener final”, ya está concluido, para mayor gloria de Arsenio Rodríguez, el compositor invidente y casi analfabeto que se ganó el título de “Padre de la salsa”.
Bofill todavía no puede creer que ese “sueño largo”, que comenzó en 2015 por iniciativa del también cubano Orlando (Landy) Mosqueda, pianista y arreglista de Oscar de León, sea ahora un CD independiente diseñado y grabado en Miami.
Para llegar a eso tuvo que tocar muchas puertas. “A nadie le interesaba porque, decían los productores, no es música del mercado actual. Entiéndase por esto el reguetón”, dice Bofill en una entrevista con Efe.
“De todas maneras, vino bien que el proyecto se extendiera en el tiempo, porque fue madurando de forma natural”, expresa este vocalista de 59 años que escapó de Cuba en 1991, vía Berlín.
Aunque no se califica como sonero “soy un cantante al que le gustan mucho los boleros y también hace son”, según sus palabras-, su voz clara y afinada, de excelente dicción, posee por naturaleza ese “color” o “timbre” típico de la música tropical bailable.
El 27 de este mes tocará en vivo los 10 temas de “Arsenio Essential” en el local de Xtrings Studios, de Miami, la ciudad que le da cobijo hace 23 años.