El pitcher Giovanni Carrara, que lanzó por 24 temporadas en la pelota criolla, fue el único de los exjugadores que consiguió superar el 75% de los votos emitidos por el Comité Contemporáneo e ingresar al Salón de la Fama. Junto a él a los dirigentes Don Adolfo Álvarez y Marco Antonio Lacavalerie, también ingresaron al Salón de la Fama de la pelota venezolana.
Una de las principales razones que llevaron a Carrara a la inmortalidad de la pelota venezolana fue su rendimiento en postemporada. El derecho dejó marca de 19-17, pero con una excelente efectividad de 3.03 en las 326.2 entradas lanzadas en PlayOffs.
Por su parte, Don Adolfo Álvarez fue Presidente Honorario de los Cardenales de Lara y uno de los principales piezas en desarrollo de la franquicia. La temporada 2010-2011 de la LVBP se jugó en honor de “alguien que dejó una huella indeleble en la historia de la pelota rentada”, según Domingo Álvarez.
Mientras que Marco Antonio Lacavalerie se convirtió en una de las figuras en la comunicación social y uno de los mejores narradores deportivos. Conocido como “El Musiú”, trabajó por muchos años con los Tiburones de La Guaira.