Los «clásicos» del fútbol siempre dan mucho de qué hablar y el, de ayer, de la SuperCopa España, no fue la excepción. El partido estuvo tranquilo durante todo el primer tiempo pese a los intentos de meter gol que no se finiquitaron.
El segundo tiempo fue el que dio más de que hablar. Comenzó con un autogol de Piqué, quien falló tras intentar evitar un gol. Después, tras una falta, Messi es llamado a cobrar penal, que exitosamente convierte en punto a favor. 
El partido se comienza a poner reñido y tenso -para el Barcelona- por el hecho de que los dos goles, uno a favor y uno en contra, fueron de su equipo. Cristiano logra meter un gol, que celebra quitándose la camisa y consigue tarjeta amarilla.
Por su parte Messi, tuvo un tras pie con Raúl en la disputa de un balón que quedo dividido pero no se convirtió en más. El argentino reaccionó empujando a Undiano en señal de desaprobación pero salió ileso de esto.
La circunstancia más curiosa del partido es cuando Cristiano se cae y pide falta, cosa que el árbitro considera simulación y le saca su segunda tarjeta amarilla, convirtiéndose en tarjeta roja, lo que lo expulsa del partido. Justo cuando se entera, empuja al árbitro, lo que puede traer consecuencias más adelante, como el hecho que no entre a 4 partidos más. 
El partido cerró con un gol de Asensio, dejando el partido 1-3. Esperando estar tranquilos en el regreso de este clásico que se desarrollará en el Santiago Bernabéu.